Por Marco Terán, Director de Desarrollo Digital de País Digital (FPD)
En un mundo dominado por el avance digital, donde se presupone que el acceso a Internet es una realidad consolidada en las grandes urbes, aún se revelan importantes brechas digitales en diversas zonas de nuestro país. La reflexión sobre la implementación de WiFi gratuito y la superación de las barreras hacia la digitalización de los negocios locales son esenciales para fomentar el crecimiento económico y la equidad en el acceso a las oportunidades que el mundo digital ofrece.
La realidad de los negocios en mercados tradicionales, desde la venta de verduras hasta abarrotes, enfrenta desafíos significativos como: 1) La señal de Internet, obstaculizada por estructuras metálicas; y 2) Los sistemas tributarios, como el caso de la renta presunta, que penaliza el uso de pagos digitales debido a la duplicidad de tributación si no se configura de forma adecuada. Estos puntos revelan la necesidad de un cambio estructural y de paradigma.
La experiencia en la Vega de la ciudad de Los Ángeles, impulsada por País Digital con el apoyo de diversas entidades públicas y privadas, demuestra el potencial de transformación que ofrece la digitalización. La instalación de redes WiFi y el acompañamiento en la capacitación sobre herramientas digitales han marcado un precedente en cómo el acceso a tecnologías adecuadas puede catalizar un aumento significativo en las ventas, estimado entre un 30% y un 50% con la adopción de apenas dos o tres soluciones digitales.
Esta intervención no solo resalta la importancia de la conectividad y la capacitación tecnológica, sino también subraya el papel crítico de la tecnología en el impulso del progreso y el fortalecimiento del comercio local. La tecnología se convierte así en un aliado indispensable para el desarrollo empresarial, ofreciendo nuevas oportunidades de crecimiento y un acceso más equitativo al mercado global.
La expansión de proyectos similares a otras regiones resulta necesario para asegurar que ningún rincón de nuestro país quede al margen de la revolución digital. La colaboración entre el sector público, privado y las comunidades locales es fundamental para desbloquear el potencial de negocios locales y, por ende, fortalecer nuestra economía.
El camino hacia la inclusión digital efectiva es un viaje compartido. Como sociedad, debemos abogar y trabajar por la eliminación de barreras tecnológicas, garantizando que la digitalización sea una herramienta de empoderamiento y no una fuente de desigualdad. Solo así podremos asegurar que los beneficios del mundo digital sean accesibles para todas las personas, impulsando la prosperidad y la innovación en Chile.